¿Mejor obra nueva o reforma integral?

 

Hay muchas maneras de imprimir un aire renovado al hogar. Un cambio en el color de las paredes, una nueva apuesta lumínica, una renovación del mobiliario… Sin embargo, el cambio de distribución es una de las fórmulas más radicales para transformar por completo, sobre todo cuando el concepto a trabajar es radicalmente opuesto al proyecto original.

Partíamos de una distribución clásica de los años 60 en el sur de la isla, con habitaciones pequeñas, cocinas pequeñas, comedor independiente y típica terraza de picón y césped. El requisito de nuestro cliente era muy claro: Exceptuando baños y dormitorios, una planta diáfana.

Para ello los espacios se suceden sin que los paramentos verticales impongan límites visuales creando así un conjunto armónico que, además, conecta con la terraza.

La vista panorámica de la reforma no deja lugar a dudas. Suprimir los paramentos de los espacios de las zonas de día (comedor – salón- terraza – cocina) fue todo un acierto para convertir este apartamento en una vivienda open space que se extiende más allá de los límites interiores. Salón, cocina y comedor comparten un mismo espacio, aunque, cada uno de los escenarios, hace su particular aportación al atractivo del conjunto.

Una panorámica general

La vista panorámica de la reforma no deja lugar a dudas. Suprimir los paramentos de los espacios de las zonas de día (comedor – salón- terraza – cocina) fue todo un acierto para convertir este apartamento en una vivienda open space que se extiende más allá de los límites interiores. Salón, cocina y comedor comparten un mismo espacio, aunque, cada uno de los escenarios, hace su particular aportación al atractivo del conjunto.

Al fondo se revela, además, otro de los atractivos de la propuesta y es que, las amplias carpinterías que separan el interior del exterior propician que la luz natural bañe cada rincón de la escena.

Un salón acogedor

 

Pese a la ausencia de límites físicos para dividir los diferentes ambientes. En la zona del salón, por ejemplo, el mobiliario hace las veces de separación, delimitando el espacio reservado a la desconexión y el descanso dentro del conjunto.

La propuesta de interiorismo juega con los contrastes de los tonos neutros que, en el caso de los sofás, se materializan en un gris claro que resulta de lo más elegante. La disposición en L de ambas piezas es perfecta para crear un rincón de lo más acogedor con acceso directo a la terraza.

Comedor de estilo moderno

La reforma integral de esta vivienda vacacional no escatima en recursos para potenciar la luminosidad de los interiores. El blanco viste las paramentos verticales y forjados maximizando así los espacios algo a lo que se suman unos suelos con acabados marmoleados que añaden una incuestionable elegancia al conjunto.

Los muebles de estilo moderno son protagonistas en la zona del comedor, un espacio que apuesta por un sofisticado conjunto de mesa y sillas blancas con estructuras metálicas que imprimen a la propuesta un aire de lo más contemporáneo.

Un diseño de cocina en L

Desde la perspectiva opuesta descubrimos la última de las estancias que dan vida al espacio de concepto abierto. La cocina está perfectamente integrada en el conjunto con una distribución en L, que convierte la península en el único elemento que la separa del salón comedor.

Como el resto de los ambientes, los tonos neutros dan continuidad a la propuesta decorativa aportando unidad a cada uno de los diferentes escenarios. Pese a estar algo más retirada de la zona de conexión con la terraza, la elección de un mobiliario blanco realza su luminosidad.

Detalles ocultos

 

La vista desde la cocina reafirma el concepto de la planta abierta de la composición ideada dentro del proyecto de reforma. La coherencia entre el interiorismo de salón, cocina y comedor unifica los ambientes, creando un todo armónico que resulta de lo más inspirador. Pero la eliminación de las paredes existentes y la conexión con el exterior revela otro de los atractivos de esta vivienda.

Más allá de los muros, el espacio de la terraza está perfectamente equipado, no solo con un coqueto conjunto de mobiliario exterior sino, además, ¡con un spa de exterior! ¿Quién podría resistirse a un baño de burbujas bajo la luz de la luna?

Integración con el exterior

Con una longitud de seis metros, la carpintería que separa el interior y el exterior es otro de los elementos claves de la reforma integral. ¿El motivo? Sencillo. La misma puede quedar recogida en ambos extremos de modo que, la terraza, pasa a formar parte del espacio interior expandiéndolo más allá de los límites de la construcción.

La sensación de amplitud y armonía que destila la propuesta es una realidad incontestable, una muestra de estilo y funcionalidad con personalidad propia. ¿Habías pensado en algo así para tu hogar? Contacta con nosotros y descubre lo que podemos ayudarte a cambiar tu vida.